bombas insulina

Ingreso en hospital: ¡¡ No me quiten la bomba, por favor !!

Cambiar a inyecciones puede causar problemas

Teresa es una joven con diabetes de mediana edad que utiliza bomba de insulina para controlar su diabetes desde hace varios años y acude al hospital con un dolor abdominal que el pensaba que podría ser un cólico biliar, al ingresar la enfermera le comunica que no podrá usar su bomba de insulina durante el ingreso en dicho hospital, porque el personal de esa planta no conocía el manejo de la bomba y podría resultar demasiado peligroso.

Juan no quería quitársela así que solicitaron una consulta intra-hospitalaria con una enfermera educadora en Diabetes del Servicio de Endocrinología del hospital, y como buena educadora, resultó ser buena negociadora y acordaron trabajar en equipo con Juan y su familia para que así pudiera continuar controlando su diabetes con la bomba durante su ingreso hospitalario.

Un ingreso en el hospital no es el mejor momento para hacer el cambio de tratamiento de bomba a inyecciones por muchas razones, en primer lugar lleva varios dias a los niveles de glucosa estabilizarse después de realizar un cambio como ese, además el mismo stress producido por la enfermedad va a producir subidas en los niveles de glucosa y finalmente si se producen subidas de los niveles de glucosa serán más fácilmente manejados con bolos de insulina extra desde la bomba de insulina que con múltiples pinchazos de insulina.

Varios estudios recientes han demostrado que los pacientes que son capaces de mantener niveles adecuados de glucosa durante el periodo de hospitalización tienen menos infecciones, menos problemas coronarios y un alta más temprana. Cuando los niveles de glucosa de un paciente están elevados, los glóbulos blancos o leucocitos no son tan eficaces para luchar contra la infección y además en los pacientes con diabetes tipo 2 es muy posible que experimenten subidas de la tensión arterial.

En febrero del 2004 la prestigiosa revista Diabetes Care de la American Diabetes Association (ADA) publicó un estudio sobre la importancia de mantener niveles adecuados de glucosa durante los ingresos hospitalarios. De acuerdo con el estudio publicado los pacientes ingresados deberían de mantener niveles de glucosa precomida inferiores a 110 mg/dl y 2 horas después de las comidas por debajo de 180 mg/dl. El mantenimiento de estos niveles fue especialmente importante para los pacientes coronarios y en general para todos los pacientes ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos. Dicho articulo destaca que con múltiples dosis de insulina o con la bomba de insulina la mayoría de los pacientes pueden controlarse y mejorar el grado de control glucémico.

¿Problemas con las Bombas?

Normalmente las bombas son muy fiables, pero como cualquier producto tecnológico puede tener problemas El personal del hospital tiene que conocer algunas cosas sobre los problemas que las bombas de insulina pueden presentar: hipoglucemias y fallos de infusión del sistema que puede suceder por oclusión del catéter, o catéter suelto o desplazado.

•  Si tiene una hipoglucemia y no puede beber una bebida azucarada como haría en su casa entonces el personal del hospital puede darle glucosa intravenosa para normalizar sus niveles de glucosa. El personal de enfermería de esa planta no sabe como parar la bomba de insulina, puede incluso ser parada temporalmente simplemente desconectando el catéter en el lugar de la infusión.

Si fallase el catéter de la bomba, entonces se debería proceder al “cambio de catéter” y si por alguna circunstancia Ud pudiera realizarlo entonces una llamada a la enfermera educadora en diabetes y el problema quedaría solucionado, veces incluso uno de sus familiares cercanos también sabe como hacerlo. El sistema de infusión fallase durante la noche, entonces, la enfermera de su planta puede proporcionarle insulina lenta tipo Levemir o Lantus y se pondría una inyección subcutánea para cubrir esas horas hasta que se pueda realizar el cambio. Es muy importante que antes de ir al hospital lleve consigo suficiente cantidad de todos los materiales deshechables de su bomba de insulina.

Como siempre cuando se produzcan valores de glucemias superiores a 300 mg/dl, entonces se debe de mirar si existen cuerpos cetónicos en sangre o en orina si no disponemos de un medidor de cuerpos cetónicos en sangre.

Si los ritmos básales de la bomba de insulina están correctamente ajustados no se necesitará añadir insulina durante la cirugía, aunque el anestesista deberá de controlar los niveles de glucemia y así ajustar la cantidad de glucosa que se añadirá con los sueros intravenosos que se le pasan.

Desgraciadamente las normas de los hospitales en muchos de nuestros países exigen que al paciente se le quite la bomba de insulina cuando va a estar inconsciente o bajo anestesia y si el hospital donde ha sido ingresado tiene esta norma, puede ser mejor para Vd. que las acate y permita que al menos temporalmente la bomba sea desconectada, en este caso por lo general es que durante esas horas su diabetes se la tengan controlada con sueros glucosados e insulina intravenosa. Si fuese puesto a tratamiento con Lantus (generalmente le pondrán la dosis total de sus ritmos basales para 24 horas), recuerde que hasta pasadas 20-24 horas de la ultima inyección de Lantus no podrá conectar la bomba de nuevo.

Existen muchas razones y muchos beneficios para Vd. si continua con su bomba de insulina durante la estancia en el hospital y además para Vd. existe otra más, cuando regrese a casa, al no tener que pasar de inyecciones a terapia con bomba y realizar los necesarios ajustes, por lo que su glucemias se mantendrán mas controladas y estables ayudando a facilitar su recuperación total.
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