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De vacaciones con tu Bomba de Insulina



Puedes pasártelo muy bien de vacaciones portando tu bomba de insulina. Viajar con una bomba de insulina presenta unos pocos desafíos, pero si lo planificas y preparas con antelación, no deberías tener ningún problema.

•  Lleva equipo suficiente para tu bomba. Calcula cuánto equipo vas a necesitar para tu bomba, y luego duplica todo, incluso las pilas. Jeringuillas desechables o cápsulas de insulina por si detectas fallos en la bomba y un plan de emergencia de cómo conectarte a la terapia MDI. Reajusta el reloj de tu bomba cuando llegues a tu destino si la franja horaria es distinta.

•  Cuando estés al sol con la bomba conectada, puede que la insulina se cristalice en el tubo a causa del intenso calor. Para remediar esto, intenta darte un bolo de insulina y desconecta la bomba durante una ó dos horas. Una vez desconectada, colócala al fresco, pero nunca sobre hielo. Puedes volver a conectarla y tomar otro bolo de insulina y luego desconectarla de nuevo durante unas pocas horas. Observa con frecuencia en el monitor tu azúcar en sangre para saber cuando vas a necesitar más insulina.

•  Puede que también quieras desconectarla para practicar algún deporte. La mayoría de los nadadores no presentan problemas con la seguridad de su lugar de inserción después de estar en el agua. Puede que necesites hacer ajustes en tu insulina si hay un cambio notable en tu nivel de actividad comparándolo con tus actividades normales en casa. Incluso acostarte más tarde de lo habitual consumirá más glucosa.

•  Para aquellas chicas que quieran dejarse puesta la bomba mientras estén en bañador, simplemente deben ponerla en el sujetador del bikini. Observa, sin embargo, que cuando la bomba está pegada al cuerpo, se expone a temperaturas más altas de lo normal y puede verse afectada su potencia.

•  Si vas a tu destino en un vuelo, contacta con la línea aérea sobre sus directrices acerca de viajeros con suministros para la diabetes. Lleva estos artículos en tu equipaje de mano, no lo factures, para tenerlo disponible en cualquier momento (la cabina de equipajes del avión no tiene regulada la temperatura, por lo que podría congelarse la insulina).

•  Otros consejos generales para viajar incluyen medicamentos para las típicas enfermedades de un viaje tales como mareos, diarreas, náuseas o dolores de cabeza. Este es un buen momento para adquirir algún tipo de joyería con avisos médicos, si es que todavía no la tienes. Tentempiés para llevar contigo en caso de retrasos de vuelos, ya que la mayoría de las líneas aéreas ya no sirven comidas (llama con anticipación a la compañía aérea para confirmar esto). Lleva un pequeño contenedor opaco y a prueba de pinchazos, con una tapa de seguridad y dispón adecuadamente las lancetas, agujas o jeringuillas.

•  Algunos portadores de bombas han escogido conectarse temporalmente a la insulina de largo efecto, como por ejemplo Lantus, y emplean una cápsula de efecto rápido que contiene Novolog ó Humalog, cuando están de vacaciones. Esto elimina la necesidad de llevar y proteger la bomba. Si escoges este método, asegúrate de probarlo antes para poder ajustar tus dosis mientras estás todavía en casa. Comenta con tu equipo de diabetólogos sobre cualquiera de estas sugerencias.

En nuestra clínica todos nuestros pacientes tienen un plan de emergencia para el caso de que la bomba no funcione o que escojan dejarla por unos días.

Finalmente, ¡no te olvides de los protectores solares! Quemarse al sol puede ser más latoso que viajar con una bomba de insulina. ¡Y disfruta de tus vacaciones!
Ramiro Antuña de Alaiz
Unidad de Tratamiento Educativo
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